no creo que la finalidad al fin y al cabo sea ser felices, creo que el objetivo es que seamos capaces de amar y de ser amados, intentar madurar, y yo sugiero que precisamente para eso se nos concedió el don de sufrir; o por decirlo de otro modo: el dolor es el megáfono que nuestro subconsciente utiliza para despertar a un mundo de sordos; porque somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a poco va formando la figura de un hombre, los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen, también nos hacen más perfectos.
¿Uno no sabe lo que tiene HASTA QUE LO PIERDE?
Hace 13 años
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